Rinesi Propiedades

«EL LADRILLO NO FALLA » NOTA PARA INMUEBLES LA CAPITAL

«EL LADRILLO NO FALLA » NOTA PARA INMUEBLES LA CAPITAL

EL LADRILLO NO FALLA - Domingo 06 de septiembre de 2020

C.I Andrea Rinesi, integrante de la Comisión directiva de CEIR.

Haciendo un poco de historia, nuestra generación creció escuchando a nuestros padres y abuelos decir: “el ladrillo es la mejor inversión” ¿Qué veían? Veían en los inmuebles un refugio de valor. Un valor que en los últimos 25 años subió exponencialmente.
Precio del m2 o los Edificios = Tierra + Construcción

Tomando como referencia más cercana los años 80 y 90, años en que los valores de las propiedades estaban estancados, el mercado marcaba escaso movimiento, el teléfono -“no suena!!!”-, comentábamos entre colegas.

Economías deficientes, oscilantes, inflación, etc. provocaron una desaceleración de las ventas especialmente los últimos años de la década del 80 y principios de la década del 90.

Los valores de los inmuebles, desde entonces hasta el presente subieron notablemente.
Para mencionar un ejemplo: en zona centro, en los inicios de los años 90, un departamento de 1 dormitorio en Mitre 500 de 50 m2 se vendía en u$s 10.000.- Uno de 3 dormitorios. en Urquiza 1400 de 90 m2, en u$s 35.000.-Actualmente (2020) esas mismas unidades podrían venderse en un entorno de u$s 55.000 y 100.000 respectivamente .

En el caso de la tierra, siempre subió de valor. Podría ensayarse una respuesta sobre que “la tierra no es repetible ni extensible” mientras que una construcción es repetible en diferentes lugares.

Esto nos acerca a una afirmación sobre bases más sólidas. Un terreno de aproximadamente 10x30 m en los años 1994/5 para construir un edificio estándar de 2500 m2 en el centro, costaba entre 100 y 120.000 u$s. La incidencia por M2 construido apenas llegaba a 40/45 u$s/m2.

Si vemos los precios actuales, la evolución de la incidencia –simplificando la comparación-, se acerca a 300/400 u$s/m2. En 25 años el valor subió 800% aproximadamente.

La Ciudad y los desarrolladores privados

Cambios “exponenciales” en una ciudad que en su borde mira y usa el río y en sus calles ha logrado mejorar la imagen urbana junto con políticas públicas sostenidas, consiguieron marcar una dirección orientadora de las fuerzas productivas del sector inmobiliario.

A partir del 2002/03 los desarrolladores -empresas privadas-, vieron nuevas opciones en lugares impensados, las obras fueron creciendo, los inversores abrazaron el ladrillo como refugio seguro, nuevos núcleos urbanos provocaron nuevas reacciones en usuarios e inversores, realimentando ese círculo virtuoso en muchos aspectos.

Los desarrolladores-empresas privadas han construido en los últimos 50 años el 70% de la vivienda de la ciudad.

Clientes satisfechos. Corredores inmobiliarios.

La profesión de Corredor Inmobiliario, ciertamente agrega valor a la cadena de comercialización de inmuebles.

Nos orientamos a acompañar al cliente en sus inversiones ocupándonos de cuidar su rentabilidad frente a los vaivenes que la coyuntura nos propone. Quienes administramos propiedades nos dedicamos esencialmente a cuidar las inversiones de nuestros clientes, ocupándonos de que sus inmuebles no pierdan valor , mejorándolos, y adaptándolos a las nuevas demandas. Las rentabilidades oscilan –sean residenciales o comerciales, y nuestro trabajo es lograr lo mejor en cada escenario.

Periódicamente aparece la magia de otros formatos de inversión. Nuestro cliente prueba, y mayoritariamente “vuelve al ladrillo”.

Acciones de Difusión

Las instituciones vinculadas al mundo Inmobiliario, CEIR, CADEIROS, EL COLEGIO DE CORREDORES INMOBILIARIOS DE ROSARIO, junto a Instituciones afines como la AEV, y la MUNICIPALIDAD hemos encarado campañas fortaleciendo el axioma del “Ladrillo refugio seguro” (2012) luego fue “Bien Real” (2016) y Volvé al Ladrillo (2020. El motor de este proceso es difundir y fortalecer la buena relación rentabilidad-seguridad del ladrillo frente a otras inversiones.

La Pandemia y un nuevo Escenario

Este tiempo tan irregular de la pandemia ha cambiado formatos de trabajo , de comunicación con el cliente. Home office es entre otras, una modalidad que ha venido para quedarse. Nuestro Know How debe orientarnos a ver oportunidades y transmitir a nuestros clientes opciones de calidad.

Es indispensable contar con registros, el análisis, estadísticas. “Nadie se salva solo” decía alguien que escuché hace poco por Zoom y parece muy adecuado para estas épocas. La región que circunda a Rosario, la Pampa más o menos Húmeda sigue siendo el escenario apto para transformar “cereal en ladrillos”.

Los corredores matriculados agregamos valor a la transacción en toda la cadena de la negociación.

En el “Mientras tanto”, nuestra experiencia, nuestros equipos de trabajo y los registros afirman que los clientes siguen estando y que el ladrillo “no falla” como decían mi papá y mi abuelo.